Ecuador se vio sumido en un apagón nacional el miércoles por la tarde, y el ministro de obras públicas del país atribuyó la emergencia a la falla de una línea de transmisión clave.
Dijo el ministro Roberto Luque en un comunicado el .
Dijo que las autoridades estaban trabajando para resolver el apagón «lo más rápido posible». En cuestión de horas, la electricidad comenzó a regresar a partes de Quito, la capital.
El país sudamericano de 18 millones de habitantes lleva varios años lidiando con una crisis energética. La infraestructura defectuosa, la falta de mantenimiento y la dependencia de energía importada son factores que han contribuido a los continuos apagones, aunque ninguno ha sido tan generalizado como éste.
El miércoles, alrededor de las 15.15 horas, la mayoría de los ecuatorianos se quedaron sin electricidad.
La mayor parte de la energía del país proviene de la vecina Colombia, una nación que ha luchado por generar suficiente energía para su propio consumo interno.
Se suponía que una central hidroeléctrica de 2.250 millones de dólares construida en China, la presa Coca Codo Sinclair, ayudaría a resolver el problema de Ecuador. Ubicado en el río Coca en la provincia de Napo, a 62 millas al este de Quito, es el proyecto energético más grande de Ecuador.
En cambio, el proyecto se ha convertido en un gran dolor de cabeza para las autoridades ecuatorianas. Hubo varios errores de construcción que derivaron en una disputa legal entre funcionarios ecuatorianos y la empresa china.
El país se despertó con apagones generalizados ya en abril, que el Ministerio de Energía atribuyó a caudales de agua históricamente bajos después de una sequía prolongada, el aumento de las temperaturas y la falta de mantenimiento del sistema eléctrico del país.
En las semanas siguientes, el ministerio impuso cortes de energía diarios que duraron varias horas. El presidente Daniel Noboa declaró emergencia energética, ordenó el cierre de comercios y oficinas gubernamentales por varios días y pidió la renuncia del ministro de Energía.
Los apagones terminaron a mediados de mayo y Luque, quien también es ministro de Energía en funciones, dijo el 7 de junio que se había mitigado el riesgo de cortes de energía. Pero esa certeza duró poco.
El 16 de junio, partes de Quito volvieron a quedar sumidas en la oscuridad. Tres días después, un apagón azotó a todo el país.
El miércoles por la noche, el sonido de las bocinas de los automóviles y los gritos de los conductores llenaron las calles de Quito y la ciudad portuaria de Guayaquil cuando los semáforos dejaron de funcionar y los vehículos inundaron las calles de las ciudades. Los sistemas de transporte público y algunas empresas de suministro de agua han suspendido los servicios en las dos principales ciudades.
El alcalde de Quito expresó sorpresa en X por el apagón que afectó al metro de la ciudad, que utiliza una fuente de energía «aislada».
“El hecho debe ser muy significativo para haber afectado siquiera la energía en el metro de Quito”, escribió.
Thalía Ponce contribuyó con informes desde Guayaquil, Ecuador.